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El Misterioso jardín; Margaret Macdonald Mackintosh
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Aunque nos parezca dormido, en el mágico jardín de invierno están ocurriendo sutiles movimientos, tanto en las estructuras como en las funciones internas de sus plantas, que, a través de distintas señales, nos anuncian que la primavera no está muy lejana.
El árbol de los cuarenta escudos, Ginkgo biloba, ahora desnudo, nos permite ver su característica forma de ramificación y sus abultados braquiblastos, lugares en los que asomarán las nuevas hojas.
Madreselva roja, Lonicera japonica
Después de una breve otoñada ya comienza a brotar.
Los rosales trepadores que hace pocos días perdieron sus hojas ya comienzan a mostrar las nuevas yemas.
Rosa banksiae o Lady Banks' Rose
La primera de las rosas en florecer nos da un adelanto de lo que será su hermosa floración que dentro de un mes se destacará en el jardín.
Jazmín de Hungría, Jasminum polyanthum
Esta trepadora, que florece a fines de invierno, ya muestra sus botones de llamativo color rosa que permanecerán varios días antes de abrir.
Tibuchina, Tibouchina urvilleana
A pesar de ser originaria de zonas más cálidas, esta noble planta va resistiendo las heladas y ya comienza a florecer
Lavanda, Lavandula officinalis
Aunque espera la llegada de días más templados, sus flores comienzan a activarse.
Bulbosas: Fresias, Iris, Crocus, esperando su momento para colorear el jardín.
Cineraria, Senecio cruentus
Con ansiedad esperamos la apertura de sus flores espectaculares.
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